Carácter de Leo
Los Leo son, como su representación animal, majestuosos, egocéntricos, generosos y de buen corazón. Tienen fama de proteger con celo a quienes los rodean, en especial a los niños y a los débiles. Necesitan ser en todo momento el centro de atención y pueden ser muy sensibles. Pero los Leo sucumben ante las alabanzas y se dejan persuadir con facilidad por halagos.
Son creativos y apasionados. Poseen una enorme capacidad de organización y son líderes por naturaleza. A los Leo les encanta pasarlo bien y consideran que la vida no vale la pena a menos que se aderece con un toque de elegancia y distinción. La vida nocturna, el juego y las fiestas atraen de forma especial a los nacidos bajo este signo, que muestran cierta tendencia a la ostentación. Los Leo piensan que se merecen lo mejor y esta convicción a menudo les ayuda a conquistar las cosas buenas. A las personas nacidas bajo el signo de Leo les gusta hacer grandes planes y aunque fracasen consiguen ver el lado positivo, en ocasiones pecando de falta de realismo.
El mayor riesgo que corren los Leo es la sobre valoración de sus propias cualidades; su propio ego puede dar como resultado un individualismo exacerbado con todos los excesos que esto conlleva. Así, los Leo que no sean capaces de desarrollar armónicamente su propia personalidad reflejan de forma negativa las cualidades potenciales del signo.
Entonces predominan el orgullo, la megalomanía; en fin, la desproporcionada confianza en sus propios medios. Este tipo de sujetos vuelcan todos sus objetivos estrictamente hacia cosas materiales sin ningún deseo de evolución interior y con absoluta incapacidad de sublimación. El sentido de autoridad se transforma en autoritarismo, la generosidad en un estéril exhibicionismo, el deseo de afirmación en tiranía y en afán de dominio. El control de su propia fuerza y vitalidad es esencial en el Leo para el desarrollo armónico de su personalidad. De hecho, en los tipos evolucionados se encuentran individuos con grandes ideas e ideales, con un fuerte sentido del humor y capaces de canalizar ellos mismos su energía hacia la realización de grandes empresas.
Cuando sus cualidades potenciales se realizan y el individuo es capaz de controlar su voluntad con un fuerte y consciente sentido de la responsabilidad, encontramos sujetos con unas posibilidades excepcionales, por ejemplo, para realizar acciones inesperadas por su alto contenido ideológico, pudiendo trascender a experiencias creativas en el campo artístico con óptimos resultados.
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